En la actualidad, cuando se requieren cambios a nivel global y local con acciones urgentes a todos los niveles de la sociedad, es necesario capacitar a las comunidades educativas y un tema recurrente está relacionado con el medio ambiente, donde la educación ambiental posibilita fomentar su participación, propiciando estrategias propias que permitan mitigar o eliminar los problemas ambientales que las aquejan, a la vez que se fomente el desarrollo local.
En tal sentido, los sistemas educativos son un espacio que pueden garantizar la formación de una cultura de prevención, mediante prácticas de trabajo permanente con las comunidades educativas, donde la gestión integral del riesgo se convierta en un estilo de vida, que permita minimizar los impactos de los eventos adversos, producto de una formación integral de calidad para la población, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano, familias, escuelas y comunidades, basado en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social.
Al respecto, la educación ambiental es fundamental para conducir a un nivel distinto las relaciones de los seres humanos con los otros componentes del medio ambiente. Es un gran desafío, que significa transformar el comportamiento, los modos de actuación y las prácticas, que hasta el momento se han heredado.
La educación para el desarrollo sostenible, incluye la educación ambiental como uno de sus componentes, partiendo de una visión holística y una concepción humanista, ha de constituir un rasgo característico del desarrollo integral de la personalidad a partir del cual se desarrollen, desde las edades tempranas, sentimientos de responsabilidad y participación, en torno al estado de los componentes del medio ambiente, lo que les permitirá tomar iniciativas en la mitigación o solución de los problemas ambientales existentes a nivel local y su repercusión en lo nacional, con su trascendencia en el mejoramiento a nivel planetario.
La actualización de los contenidos referidos a los desastres de diferentes tipos, constituye una necesidad para poder, desde las diferentes actividades del proceso pedagógico, contribuir al entendimiento de la situación actual y su perspectiva, e incidir en los procesos de mitigación y adaptación como una respuesta, por constituir esta una de las principales preocupaciones para el ser humano moderno, pues afecta a todos por igual, razones que avalan documentos internacionales como la Agenda 2030, con los objetivos de desarrollo sostenible.
La comprensión del desarrollo sostenible desde una concepción holística del medio ambiente resulta una estrategia en aras de elevar la calidad de vida de las actuales generaciones, sin poner en peligro las posibilidades de las futuras de satisfacer las suyas de manera racional. Sin dudas, este proceso resulta complejo y la educación ambiental es clave para renovar el conocimiento, los valores y las actitudes, hacia el desarrollo de la conciencia y el compromiso que posibilite el cambio, durante los procesos de educación y formación que suceden en el ámbito escolarizado y no escolarizado.